viernes, 25 de febrero de 2011

Memoria, espacio e identidad

BV: [...] Según pasan los años, las cosas quedan sumergidas y recubiertas, pero no desaparecen. Todo sigue existiendo, formando la base que soporta toda la estructura. De modo que todas las experiencias que has tenido a lo largo de tu vida permanecen en ti y se convierten en lo que definimos como persona. Lo invisible siempre está mucho más presente que lo visible. Hay una dirección fundamental en la vida que va desde lo consciente a lo inconsciente.

(Conversación de Bill Viola con Otto Neumalier y Alexader Pühringer)



El lugar es el espacio en el que el proceso de recordar continúa para activar el pasado como algo que, citando al filósofo Henri Bergson, más que representarse, se vive y se escenifica.

(Tacita Dean y Jeremy Miller, Landscape and Power)



Los lugares devienen cápsulas de tiempo en donde los eventos se acumulan, se superponen a modo de estratos, y en donde la mirada del presente activa los posibles pasados de este lugar.

(VA, Los tiempos de un lugar, Centro de Arte y Naturaleza. Fundación Beulas.)




“Cada ser humano es un lugar. Cada mujer, hombre, niño, viejo, es un espacio habitado en sí mismo que se desplaza y se desarrolla, un “lugar” en tiempo, en geografía, en volumen y en color. Ciudades enteras edificadas con cuerpos abriéndose y cerrándose como puertas, luces que parpadean. Cada vez que un ser humano muere, una casa se cierra y se pierde un “lugar”.”

                                                                                                             (Jaume Plensa, Barcelona, 2000)

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